El escritor en las sombras
Un chico estaba en su casa cuando le llega un mensaje: “A vos que te gusta escribir. Necesito que me hagas un cuento para una clase. Si aceptás, te regalo un fernet”. El chico aceptó el pedido y en una tarde escribió un cuento que luego le mandó por mail. Una semana después recibió otro mensaje: “Aprobé gracias al cuento que me hiciste. Gracias. Pasá a buscar el fernet mañana por casa”. En el momento que el chico puso la botella en su mochila junto a una coca que le dieron de “yapa” bromeo: “Soy como un escritor fantasma.”
Publicar un libro no es un negocio millonario. Son pocos los escritores que viven solo de las ventas de sus obras. Pero esto no quita que no puedan utilizar su capacidad para escribir como una posibilidad monetaria. Angie Pagnotta es escritora, editora y periodista, e hizo su primer trabajo de Ghostwritter en el año 2009. “La formación profesional que tengo en comunicación, periodismo y escritura me sirvieron para poder abocarme a casi cualquier género sin sobresaltos”, dice Angie, que no solo escribe ficción sino también textos periodísticos o del género que requieran.
Su primer trabajo como “Ghost” fue un manual de psicología. Los “escritores fantasmas” son solicitados por empresarios, artistas o gente de los medios que tienen una historia que contar pero no saben cómo.
Escribí para gente que no sabía por dónde empezar, pero quería tener algo.
Afirma Angie.
No puede decir para quién, aquí viene otro punto clave del trabajo del “escritor fantasma”, no se puede revelar que ellos son los verdaderos autores del libro.
Si el contrato estipula que deberé escribir como fantasma al 100%, entonces el secreto es para siempre. Pero hay casos que ponen tu nombre por ahí.
Rodolfo Compte
Él es escritor fantasma desde hace casi veinte años. Rodolfo se enorgullece de ser Ghost e incluso se hace llamar “Casper”. Como la película infantil protagonizada por un fantasmita. Para él, ser escritor fantasma es un negocio redituable que le permite vivir de lo que le gusta. “Como mercenario de las letras escribo para todo aquel que me contrate”, afirma sin ningún tapujo. “Casper” dicta cursos para escritores fantasmas en la Universidad de La Matanza. Asegura que es una buena salida laboral y que un escritor podría vivir solamente de escribir. “Igual depende de la proactividad del Ghost, hay que buscar clientes todo el tiempo”, advierte “Casper”, quien ve a la literatura como un negocio y no como un arte.
La comedia es una forma de literatura. Los cuentos de Fontanarrosa, por citar a un autor, están llenos de humor que le hace esbozar una sonrisa al lector. Fernando Crisci es comediante y en su perfil de Instagram pone: “Hago reír por plata”. Fernando es escritor fantasma, a su manera. De su pluma vienen muchos de los chistes que los conductores de radio o televisión dicen como si ellos los hubieran inventado con una sagacidad envidiable.
Mi primer trabajo fue en 2006 para la televisión. Le escribí chistes a los conductores para que parezcan graciosos y espontáneos.
Fernando Crisci
Como otros escritores fantasmas, Crisci afirma haber aprendido a dejar el ego atrás en pos de lograr un buen trabajo. “Si estoy escribiendo un chiste para otro y me gusta mucho directamente me lo guardo para mí”, dice el cómico que desarrolla una carrera como standapero e instagramero. El hecho que sus escritos estén hechos para ser escuchados, provocó que sea víctima de apropiaciones no acordadas. “Hay material que escribí para la radio que terminaron usándolos para sus shows y ni permiso me pidieron”, afirma Fernando. Hoy escribe para “Bien levantado”, programa de Beto Casela, quien siempre lo reconoció como autor de las rutinas y lo cuida mucho porque, según él, valora su trabajo.
Muchos famosos han recurrido a la ayuda de escritores fantasmas para escribir sus historias. Según fuentes editoriales, la mayoría de las autobiografías que publica la editorial “Planeta” están hechas por “escritores fantasmas”. Las editoriales acuerdan con el protagonista de la biografía y el ghost para que trabajen juntos. Tanto Angie Pagnotta como Rodolfo Compte afirman reunirse con las personas que los contratan para que les expliquen lo que quieren que se publique.
Te piden que escribas de una manera determinada. Igual trato de mantener la libertad como una condición para trabajar mejor.
Angie Pagnotta.
Ella siempre se junta con los particulares para los que va a escribir la historia.
Juntos aclaramos el tono, el contexto de la persona, las cuestiones más básicas y estructurales de lo que se va a escribir.
Sus términos y condiciones.
Sin embargo, en algunas biografías autorizadas el escritor es reconocido casi al mismo nivel que el protagonista. Un ejemplo de esto es el libro “México 86. Mi mundial, mi verdad” que tiene el nombre de Diego Maradona en la tapa pero fue promocionado por el periodista Dani Arcucci. Este último fue el verdadero escritor del libro en base a las historias que Maradona le fue relatando mano a mano
Uno puede ser un ghost al 100% o solo al 50%. Eso depende del arreglo.
explica Compte
Las editoriales dependen de los escritores negros para sacar libros en cantidad y que garanticen ventas rápidas. Sobre todo las biografías o textos periodísticos sobre temas de tendencia en los medios de comunicación. “En las editoriales está el aire imperioso de la demanda. Se infiere que el trabajo de ghostwritter es fácil y, por lo tanto, piden demasiado, pagan raro y buscan lo expeditivo”, asegura Angie que al igual que Rodolfo prefiere trabajar con particulares. Esta demanda editorial provoca que los escritores fantasmas terminen contratando escritores fantasmas.
Fui ghost de una ghost. En otros libros yo subcontraté fantasmas. En nuestro oficio eso es habitual.
Rodolfo sin temor de provocar la ira de algún dirigente sindical.
Charla radial con Rodolfo Compte