El show circense, El circo de Anima, se está realizando de martes a domingo en Córdoba capital y está compuesto por 35 artistas tanto nacionales como internacionales que llevan a cabo acrobacias complejas con banda en vivo y música original.
Esta superproducción cuenta con pantallas de última generación, un doble escenario giratorio y vestimentas lujosas confeccionadas en Estados Unidos, Francia y Argentina. El mismo hecho de que esté realmente en una carpa vuelve la experiencia del circo más completa. Su primera zona de entrada incluye stands con fotos del elenco, sillas ostentosas, un dinosaurio y tiendas de merchandising y comida. Por creces demuestra ser un espectáculo preparado y pensado.
El show comienza con un número de un equilibrista que mezcla el estilo que luego está marcado en todo el circo: Mágico y elegante. Podría decirse que se asemeja a Aladdín, es decir, transporta al público a las culturas árabes e indias de forma perfecta.
Después, el espectáculo combina las acrobacias con el humor de dos bufones, que tienen su propio idioma el cual, a su vez, mezcla otras lenguas que recuerda al estilo de Los Minions. Esta participación humorística incluye al público con elementos creativos como efectos de sonido coordinados y descomprime la tensión dada por la expectativa de que los trucos salgan correctamente.
Durante el primer acto, los números estaban ligados con fluidez, sin dejar esperando a la audiencia por el siguiente, y los artistas y acróbatas del circo aparecían entre la gente y recorrían los pasillos de las gradas hasta llegar al escenario y subir a este. Así generaban más expectativa y cercanía con los espectadores, que se sentían más parte del show ininterrumpido hasta el próximo acto.
Durante cada presentación, se destaca la gran coordinación de las coreografías y las hipnotizantes voces de los cuatro cantantes y sus armonías cuando lo hacían juntos. Son artistas versátiles, que cantan desde baladas hasta rock en diversos idiomas, tal como sucedió en un número repleto de un popurrí de canciones de Michael Jackson, como Bad y Black Or White.
El primer acto cuenta con la actuación de una importante diversidad de acróbatas muy entrenados, que utilizan telas, aros, trampolines e incluso contorsionistas dentro de una piscina redonda con agua. Y el segundo tiene un número que sobresale por lo impactante que resulta para los espectadores, que está formado por cuatro trapecistas que realizan acrobacias de alta complejidad con dos trapecios y plataformas mientras uno de los cantantes está en una red debajo de ellos con banda sonora en vivo. Además contó con un juego de luces atrapante y con un asombroso número de malambo con boleadoras.
Cada acto dura aproximadamente entre cuarenta y cincuenta minutos y hay un entretiempo de un intervalo de veinte para que la audiencia pueda tomarse un descanso, comprar comida, etc. Mientras, preparaban el escenario para el segundo acto. También cabe destacar que utilizan equipos y animales robóticos, marcando una diferencia que se ayorna, moderniza y adapta a la actualidad en comparación a los circos convencionales.
Cada mínimo detalle se presenta cuidado y tiene momentos donde hay tantos acróbatas y artistas moviéndose al mismo tiempo que atrapa al espectador de inmediato y engancha hasta a los niños más pequeños. Cada disciplina posee sus propios protagónicos para que deslumbren al público aun contando con la presencia en el escenario de Flavio Mendoza y eso produce un ambiente más armónico.
El cierre del show empieza con un video emotivo donde la voz en off de Flavio Mendoza le dedica a su hijo, Dionisio, un mensaje dándole sus mejores deseos para que creciera como alguien “honesto” y “generoso” y que, al llegar al final del camino que llamamos vida, él pudiera decir que fue feliz. Prosiguió con el coprotagónico airóbico de Flavio en un número de aro en el cual vistió colores dorados brillantes que mantienen la esencia glamurosa y unas altas botas blancas con detalles también dorados, resaltando su elegancia.
Es un encadenamiento de presentaciones ingeniosas y creativas, un entretenimiento recomendado tanto para adultos como para niños y niñas. Todas las edades pueden divertirse e impresionarse a la vez con este impactante e increíble show.
Para asistir, es importante tener en cuenta que hay un estacionamiento gratis en un Carrefour que está al lado de la carpa y que las entradas tienen valores desde quince mil pesos. No se permite filmar o sacar fotos durante el espectáculo, solo al final o en el entretiempo. De todas formas, es un show que se disfruta completamente mejor sin grabarlo, mirándolo con tus propios ojos en vez de a través de una pantalla.
El Circo del Anima es el balance perfecto entre la epicidad de las acrobacias y trucos de los circenses hechos con una gracia delicada y el toque de comedia interactiva y dinámica. El espectador termina con una sensación de euforia y con ganas de ver más. Es un espectáculo que rebalsa las expectativas y las multiplica, excelente para disfrutar en familia.
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