La de cáncer es la temporada del descanso, de volver a lo conocido y la mirada romántica a nuestro pasado. Luna llena en Capricornio (21 de junio) y luna nueva en Cáncer (5 de julio)
Por Belén Puigbó
Cómo siempre lo mío va con delay porque a mí me gusta transitar las lunas. No creo que haya un ritual o una preparación, yo prefiero que las lunas hagan lo propio, que nos permitamos sentir las mareas en el cuerpo. Para mí, el proceso es lo que viene después del evento, qué pasó, qué sentí y, a partir de allí, cuando uno es consciente poder elaborarlo mejor en el mundo material y reflexionar.
Les tiro info para que a futuro sepan cómo funcionan las lunas, cuando estás en la temporada de un determinado signo, el primer evento es la luna llena que se da en el signo opuesto complementario y a mitad de temporada llega la luna nueva en el signo presente. Por eso, en la temporada cáncer, primero llegó la luna llena en capricornio y luego la luna nueva en cáncer.
El sol está transitando un signo de energía femenina (cáncer), el de recibir, de cuidado, creación de proyectos, maternal. Por esto, cuando la luna está llena es porque el sol la está iluminando. Cuando la luna pasó por capricornio, se trasladó por una constelación que representa lo masculino, el de dar, trabajar, jerarquías y materialización. Ambos en signos que hablan sobre la aceptación de los procesos naturales de la vida. Para nacer hay que esperar los meses necesarios, para que salga un proyecto o para lograr ascensos laborales, también.
Estos dos eventos lunares fueron una lección crucial de crecimiento. Simbólicamente los padres educándonos para aprender a amarnos mejor, nosotrxs somos nuestros propios mapadres, nosotrxs debemos aprender sobre integrar y equilibrar ambas energías en nuestro mundo interior. Nosotrxs, como padre, nos enseñamos a ejecutar, a defendernos. Nosotrxs como madre, nos cuidamos, nos nutrimos, nos acompañamos. Ambos deberían darnos palabras de aliento.
Vos siempre tenes que creer que podés, no te tires abajo, no te desanimes. Aprendé a cuidarte mientras las cosas no salen como querías, aprendé a darte un empujoncito más. Sabé que todo lleva su tiempo y que igualmente si algo no se dio como lo planeaste siempre hay otro camino, siempre hay otra forma de hacer las cosas, incluso mejor que como lo imaginaste.
Esta vez me tomé más tiempo, se viene mi cumpleaños y el mes anterior para mi es de mucha reflexión. Sin embargo, la temporada cáncer, nos invita a volver a nosotros, a nuestro hogar, a ir más lento, a llorar y purificar todo lo que acumulamos, a darnos un abrazo y a cuidarnos.
El gran maestro Daisaku Ikeda dijo
“(…)la causa fundamental de propia felicidad o infelicidad no puede hallarse en ninguna parte fuera de la misma persona.”
Por eso los invito a recordarse lo poderosos que son, que si su felicidad depende de ustedes entonces todo lo pueden. Que reflexionen sobre su interior, cómo se tratan, cómo se hablan cuando algo no sale como ustedes quieren y permítanse cambiar, modificar y/o mejorar su diálogo con ustedes mismos. Y cómo dice el budismo, sujeto y medio ambiente, cuando ustedes cambien, el entorno también va a cambiar.
Recuerden, fallar o equivocarse es parte del camino, es parte de adquirir conocimiento. Siempre sientan esa compasión que quisieran que los demás tengan por ustedes cuando algo no sale como querían. Está terminando la temporada cáncer y llega el Rey a nuestras vidas, leo. Si estuvimos calladitxs sanando, ahora se viene el momento de rugir y hacernos escuchar.
Abrazo de estrellas.
Más notas de Beli y las estrellas aquí