La fotografía: ¿En el limbo de lo artístico?
La fotografía: ¿En el limbo de lo artístico? Lo cotidiano me paro en la calle, cerca de la parada del bondi y miro a la gente pasar. De repente pasa un tipo con un cigarro en la mano, me queda mirando. Hago como que no lo vi. Sigue caminando. Aparece una señora y me mira con asombro, no la miro pero siento su inquietud. Se va murmurando cosas que no alcanzo a escuchar. ¡A cara de piedra sigo! En ese momento pienso y me pongo un poco nerviosa, pero sigo. Solo me interesa hacer esa foto, que cuando salí de mi casa estaba decidida a hacer. ¿De qué hablo cuando hablo de “hacer” una foto?
Hay quienes van a decir, que las fotos se sacan, que solo hay que “apuntar” y “disparar” (escuche mucho esto, posta y me hace reír) o el famoso dicho “qué buenas fotos saca tu cámara”, como si fuera solo eso, sacar y automáticamente conseguir lo que quiero. Un poco de historia A través de los años se ha incursionado en diferentes máquinas fotográficas que han tenido éxito y algunas otras no tanto. Hemos partido de la cámara oscura o habitación oscura, que era un dispositivo o caja cerrada herméticamente, con un pequeño orificio donde se dejaba pasar luz hasta la pared interna del mismo, de modo que pudiese reflejar una imagen invertida del exterior.
Un invento que no fue para capturar imágenes propiamente, pero muchos pintores pudieron utilizar para hacer grandes obras. Además, si no hubiese sido por estos primeros descubrimientos no habríamos llegado a la cámara moderna de hoy. Algo fantástico y demasiado creativo, ¿no? Si bien lo antes mencionado, fue un inicio de la fotografía, hoy en día conocemos y tenemos más presente al Daguerrotipo, una máquina inventada y fundamentalmente pensada por Niepce en 1829, pero que, en resumidas cuentas, luego de su muerte, Daguerre aprovechando las crisis económicas que tuvo su familia, en 1835 se apropia y pone solo a su nombre.
Luego de este invento les siguieron otros que tomaban procedimientos de lo anterior y así a través de los años se iba evolucionando más en la invención de la cámara fotográfica. Podría mencionar muchísimos apellidos que tuvieron protagonismo en esta técnica, así como fotógrafos que han marcado estilos y modos de tomar fotografías también, sin embargo, por ahora lo voy a dejar pasar, más adelante solo voy a hacer mención de uno en particular, que para mi fue el que más causó revuelo en esta expresión artística.
En pocas palabras y haciendo un salto de época, para 1925 ya teníamos en el mercado la primera cámara fotográfica llamada Leica que utilizaba rollos de 35mm y fue la base y modelo para la creación de todas las cámaras modernas que conocemos hoy en día. Por ejemplo, Canon, Nikon, Kodak. Planteos que van surgiendo en el tiempo. Habiendo hecho este paréntesis retomo lo que había mencionado al principio y me sigo preguntando…
¿de qué hablo cuando hablo de hacer una fotografía? Esta expresión artística nos permite crear diferentes modos de ver lo cotidiano, la realidad, a las personas, la naturaleza o los sentimientos y emociones, y si sos fotógrafo o te gusta hacer fotos seguramente me vas a entender.
No me lo voy a negar, me vi muchas veces sacando fotos a cualquier cosa que se me cruzara, básicamente no diciendo, esto pasa muchas veces en nuestros comienzos, cuando queremos fotear absolutamente todo y no terminamos de construir una idea o una historia. Muchos la han criticado, muchos han puesto su funcionamiento en cuestión, diciendo que “¡cómo se puede obtener la figura humana a través de una máquina!” o “¡cómo puede ser posible que una imagen en papel permita transportarnos a otros lugares que no conocemos!”. Y precisamente esto, si no fuera por ella, no podríamos tener noción de lo que pasa fuera de nuestro ámbito cotidiano.
También pienso en un tendencioso W. Benjamín y su obra pequeña historia de la fotografía, señalando que la misma no contaba con el aura, con esa profundidad artística que sí tenían las artes plásticas y que a medida que la técnica iba creciendo iba estando más lejos aún de esto. Pero claro, Benjamín nunca dejaba en claro sus ideas. Si bien fueron cuestionamientos del siglo pasado, actualmente no estamos tan lejos de leer o escuchar a esos críticos o puristas del arte con sus posturas inquisidoras cuando se trata de analizar a la fotografía.
Precursor si de hacer fotografías hablo, inmediatamente se me viene a la mente este fotógrafo, que con su mirada logró marcar el inicio de un estilo que hoy en día conocemos bastante y que es una herramienta fundamental para comunicar sin decir una palabra. En 1950, el fotógrafo suizo Robert Frank, marcó un antes y un después en la historia de la fotografía documental, ya que luego de haberse ganado una beca para viajar a Estados unidos y fotografiar la vida de los americanos en pleno auge de la modernidad y lo ostentoso, éste irrumpe en la ciudad y enfoca su mirada en todo lo contrario. Mostrando la pobreza, la discriminación racial y lo menos estético de ese país.
No solo eso, sino que rompe intencionalmente con las técnicas fotográficas, exhibiendo de esta manera sus fotografías, es decir que las tomaba fuera de foco, movidas, mal encuadradas y demás. Demasiado polémico para la época, ¿no? ya que recientemente se estaban descubriendo las nuevas tecnologías y aquel suizo ya estaba revolucionando a la sociedad con su mirada poco convencional. Sin mediar palabras, nos demostró que cada fotógrafo puede ver de diferentes maneras y con distintas perspectivas. El contenido es lo que importa Cuando tomamos la decisión de introducirnos a este mundo, incorporamos muchas horas de práctica y dedicación a aprender las diferentes técnicas y herramientas para poder lograr una toma de alguna manera, perfecta para nosotros.
Como fotógrafos tenemos el poder y la responsabilidad de siempre comunicar algo o aunque sea parte de ese algo de la realidad. Hacer una fotografía en el exterior de cuatro paredes implica esto, mostrar lo que quiero, de la manera que quiero. No es algo azaroso, hacer una foto de una casa en blanco y negro rodeada de árboles sin hojas o a una protesta en plena avenida con el foco puesto en los manifestantes. Darles sentido a los rostros de esas personas tiene un objetivo, claro, el que yo decida en ese o en otro momento.
La fotografía atesora consigo un momento, una historia detrás o quizás muchas que no vamos a poder volver a ver, si reproducir, pero no volver a sentir de la misma manera. La fotografía en sí misma es una máquina de crear el pasado, de detener el tiempo Hacer una fotografía en un estudio repleto de elementos para crear o recrear escenas implica esto, aprender las reglas de composición fotográfica para luego poder ordenarlas a mi manera. Que, si muevo este objeto para acá, lo dejo así. ¿Cómo quedará? mover luces, crear sombras, inventar formas o recurrir a lo abstracto
Existen miles de recursos que quizás todavía no conocemos, y es que hacer una fotografía en simples palabras es romper con todo lo aprendido también. Porque al fin y al cabo es una expresión artística que nace de nosotros mismos, aunque se haya tenido influencias de otros. El contenido es el mensaje que das y lo que realmente importa. Y si no sabes por dónde empezar es el momento perfecto para comenzar a mirar fotografías que te inspiren y te ayuden a crecer, (me voy a poner un poco cursi, lo siento) en este hermoso arte que particularmente sigue ayudando a quien escribe hasta ahora a sentir y vivir de otra manera.
¿Cuál va a ser la fotografía de hoy?