Sara Facio: Hacer e inmortalizar
El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), inauguró una muestra a la fotógrafa como homenaje por sus 90 años. Se realizará hasta el 19 de junio los martes y jueves de de 11 a 20 hs y los sábados y domingos de 10 a 20 hs. La muestra se llama “Sara Facio — fotografías 1960/2010” y se realiza en la sala 33 del primer piso del museo con entrada libre y gratuita.
Si se piensa en retratos de grandes artistas, inmediatamente es imperativo pensar en Sara. Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, son algunos de los hacedores de arte que Facio fotografió transformando ese momento en un tiempo infinito. Sara dedicó gran parte de su vida al fotoperiodismo, es su trabajo el patrimonio fotográfico más destacado del país.
El Museo Nacional de Bellas Artes decide hacer una exposición por su natalicio nonagésimo. En la sala 33, se exhiben material visual de Facio en el que se perciben notables episodios ocurridos durante la segunda mitad del siglo XX. Las fotografías provienen de series como “Primeros premios”, “Bestiario”, y retratos icónicos entre otras, las que son tomadas de su colección particular.
En la sala, las paredes blancas envuelven las obras seleccionadas por ella en su mayoría blanco y negro. Entre breves pausas espaciales, las obras están allí esperando ser contempladas. Recorrer el salón en el que las fotografías se mantienen presentes renombrando a los artistas provoca, de algún modo, participación de los espectadores. Los visitantes tienen partida doble: son quienes observan la obra, pero también la situación que en la fotografía se representa.
El gesto que cada personaje sostiene posa para siempre dentro de un marco. No obstante, a su vez, ese retrato resume un episodio vivido exacto y preciso que se agiganta fuera del límite de la fotografía. Sara capta el momento con su cámara resumiendo en él una observación continua que se desarrolla en la ropa, en las pancartas, en las miradas de los fotografiados. Los juegos espaciales en perspectiva, la sutil y delicada paleta de colores que baña a los rostros y a las vestimentas declaran qué se busca decir cuando se realiza un trabajo fotográfico.
Pero, no se trata de disparar la cámara en solitario, aquí se percibe un gran trabajo de decisión que no interviene tanto en qué se quiere fotografiar, sino en cómo hacerlo. Y en ese cómo, a su vez, conviven el qué transmitir.
Todas las fotografías de Sara Facio convidan a los ojos expectantes una elección de cómo contar la historia de un siglo tan significativo en el ámbito político, económico y artístico. En la muestra, se puede apreciar la valorización que Facio resolvió con premura sobre la determinación de las fotografías. No se trata únicamente de estar presente, sino saber hacerlo, y Sara lo ha hecho posible.
Su presencia en diferentes espacios significativos la consagran, pero más aún en su forma de intervenir la realidad. Se percibe un ojo que perfila por dos polos: Sara conquista lo cotidiano y Facio verifica la vivencia más dura. Ambos son jirones de lo mismo, lo cotidiano es a la vez la dureza de la realidad.
Sara Facio es la mujer que hace en un mundo de hombres y de sociedades acostumbradas a destacar fotógrafos varones. Lleva un gran significado en su apellido: “facio” viene del latín “facere”, y significa “hacer, valorar, producir”. “Facio” es “hago, valoro, produzco”, y Sara monta continuamente en un presente del modo indicativo bien seguro y representativo la realidad que expone.
Por Laura Krekcza.
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