Esta temporada de piscis, una temporada de renacimiento. Un momento clave para sumergirse en las aguas emocionales, para salir empapados de autoconocimiento y fluidez.
Por Belén Puigbo.
Estamos en plena temporada piscis con varios planetas transitando esa constelación. Sol, Mercurio, Saturno y Neptuno en un estado líquido, emocional y desorientado.
Por otro lado Venus, Marte y Plutón están danzando en acuario, mente, movimiento, ideas y desapego.
El desafío es hacer parte de nosotros estas energías para poder trascender a un universo de sanación y, por ende, de posibilidades infinitas.
La transformación implica reconocer, integrar y finalmente soltar. Pero no es una tarea sencilla, implica mucho trabajo de orden emocional y mental, sin embargo tenemos seis meses de la energía de la luna llena en virgo del pasado sábado veinticuatro de febrero que nos ayudará a poner cada cosa en su lugar.
Con tanto piscis dando vuelta es una gran oportunidad de sanar lo inconsciente, como dijo el buen Carl Jung: “Hasta que no te hagas consciente de lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”, tengo la convicción que cada cual es dueño de su destino pero para ello es necesario encontrar el timón de nuestras emociones, el hacer presente cada herida y dolor que tiránicamente han controlado nuestros procesos y sentires.
La palabra clave de esta temporada es perdonar, piscis es amor incondicional, el perdón y la entrega. Y qué mejor que entregarse a uno mismo en pos de tu amor propio e incondicionalidad para verlo reflejado en el afuera, tomarse el tiempo necesario para estar en silencio y escucharse por primera vez, hacer conciencia de lo que uno realmente quiere y necesita para tomar con fuerza las riendas de tu vida. Una vez que sabés qué necesitás, sabrás con certeza qué camino tomar, sino estarás frente a una gran bifurcación con miedo a la elección.
Acuario nos va a dar el empuje que necesitamos para no mirar atrás una vez que tomemos una decisión que nos ayudará a cambiar nuestra vida para mejor, una nueva versión que se ame en todos sus aspectos, desde su sombra hasta sus luces.
El amor es una energía que está disponible, que abunda, que nos rodea, que nos atraviesa, solo hay que saber reconocer que no está ni afuera ni adentro, sino que simplemente es, y está conviviendo con nosotros cada día, cada segundo de nuestras vidas, porque somos amor.
Les deseo que sepan amarse mucho aún cuando no se crean merecedores de ello.
Abrazo de estrellas.
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