De “Niko: El reno que quería volar” (2008) y “Niko 2: Hermano pequeño, problema grande” (2012), llega la tercera entrega de la saga infantil nuevamente dirigida por el animador finés Kari Juusonen ¿Habrá valido la pena tanta espera?
El pequeño reno volador, Niko, quiere convertirse en un integrante de las Fuerzas Voladoras de Santa al igual que su padre. Este sueño es amenazado por la talentosa reno Stella, con quien va a competir por el puesto. Niko tiene que decidir su futuro y elegir la confianza o la misión para la que se preparó toda la vida.
Su comienzo ágil lleno de acción mantiene al espectador intrigado. El ritmo dinámico despierta curiosidad por el desarrollo de las tres pruebas que deben completar Niko y Stella, al estilo del Torneo de los Tres Magos de “Harry Potter y el cáliz de fuego”.
El avance está marcado por nuevos escenarios y personajes. Entre ellos destacan los lemmings, una tribu cómica que recuerda a los Ewoks de Star Wars y a los Minions por su constante búsqueda de un líder.
Julius tiene un aire carismático similar al Rey Julien de las famosas películas de “Madagascar” y levemente sabio como el típico mentor del protagonista.
Mientras, el villano Ilmar evoca a Scar de “El Rey León”, con una cicatriz debajo del ojo y su pasado de destierro y rencor.
Sus animaciones son atractivas visualmente en las diversas texturas de los objetos y los pelajes de los animales, si bien conservan cierta estática que endurece algunas acciones.
Los giros argumentales son predecibles se compensan con una trama secundaria enfocada en los lemmings como alivio cómico.
A esto se suma un interesante uso de flashbacks para explorar la relación pasada de un par de personajes clave.
La propuesta aborda los mandatos familiares, la importancia de aprender de los errores, la amistad y la traición.
Así, transmite numerosos mensajes valiosos a un público preferentemente pueril en un formato ligero, conciso y accesible.
A medida que el final se acerca, pierde fuerza. El trasfondo como “desterrados” de los antagonistas secundarios no explota el potencial de esta motivación.
Estos supuestos villanos no imponen el respeto o miedo necesarios y terminan siendo un elemento torpe más que una verdadera amenaza.
La resolución es acelerada, vertiginosa y carece de la epicidad que podría esperarse.
Se trata del desenlace estándar y predecible que cumple con las expectativas de una película navideña infantil, sin momentos memorables.
“Niko: La aventura de las narices frías” es una opción disfrutable para toda la familia, especialmente en vísperas de Navidad.
Aunque no destaca por su originalidad o profundidad, su tono ameno, entretenido y entrañable la convierten en una candidata recomendada para una salida al cine con los más pequeños.
Ficha:
País: Finlandia.
Género: Animación, familiar, aventura, infantil.
Calificación: ATP.
Duración: 85 minutos.
Directores: Jorgen Lerdam, Kari Juusonen.
Distribuidora: Animaker.
Puntaje:
3/5☆
Por Bianca Medici.