El 2022 no es precisamente un año de recuperación. Si bien la pandemia del coronavirus parece mermar en cuanto a las restricciones, dejando una sensación de vuelta a la normalidad, sus consecuencias son más que palpables. Sobre todo, las económicas.
Para el mundo literario esto es una mala noticia ya que, ante una pérdida del poder adquisitivo, los consumidores tienden a priorizar gastos. El arte, en particular, termina siendo uno de esos gastos que se suelen suprimir primero. Ya son varias las librerías emblemáticas de la ciudad de Buenos Aires que han bajado sus persianas víctimas de la devaluación. Además, la crisis de insumos en papel para las editoriales independientes por los cambios en los valores del dólar, han llevado a que los libros aumenten su precio en casi un %30 en el primer trimestre del año.
¿A quién se le ocurre armar una editorial con la situación así? Bueno, Ediciones Miríficas parece no tener miedo a esto. “Yo dije hagamos una editorial, después vemos. Nunca pensé que íbamos a hacer tanto en tan poco tiempo. Nunca pienso en lo económico”, Dice Lara Maqueira, maquetadora de la editorial.
Desde su nacimiento a fines del 2021 a la actualidad, Miríficas ha crecido a pasos agigantados. De la mano de un grupo joven conformado exclusivamente por mujeres, han llevado el trabajo de la editorial más allá del mero hecho de hacer y vender libros. Como explica su editora y correctora, Ana Castelarin: “Tratamos de darle oportunidad y visibilidad a las autoras. Queremos darles a las mujeres un lugar donde se sientan cómodas”.
¿Quiénes forman Ediciones Miríficas?
¿Cómo surgió la idea de crear la editorial?
Ana — Yo seguía a Lara por su proyecto en redes de Escritoras Argentinas. Un día, ella me manda un mensaje diciéndome: “Che ¿Hacemos una editorial?” y yo le dije que sí. básicamente, así comenzó. No hubo ninguna organización previa. De hecho, todos los proyectos y todo lo que nos pasa es así. No planeamos nada, solo nos sucede. Eso genera conflictos pero también sentimos que nos hace crecer muy rápido. La editorial arrancó en octubre y ya tenemos un público y autoras que confían en nosotras. Algunas están recién comenzando su camino en la literatura o haciendo su primer libro. Pero también confiaron en nosotras autoras como Cecilia Curbelo, que ya trabaja con editoriales grandes como Penguin Random House. Ella nos dio sus libros para que los distribuyamos sin conocernos ni un poquito.
¿Por qué decidieron hacer ustedes una editorial? ¿Qué sentían que le faltaba al mundo editorial que conocen?
Lara — Cuando yo publiqué mi primer libro, lo hice con una editorial. Ahí me di cuenta que hay un montón de cosas que las editoriales le hacen a los autores que no están bien. No le dan las regalías que les corresponden o ni siquiera hay regalías directamente. Vimos que las grandes editoriales, en su catálogo de autores, solo tienen tal vez un %30 de mujeres, el resto son todos hombres. También existe que hay brechas salariales entre los trabajadores, las mujeres cobran menos que sus compañeros varones. Nació un poco desde ahí, pero también por el prejuicio que tienen algunas editoriales hacia la escritura de las mujeres.
“Vimos que las grandes editoriales, en su catalogo de autores, solo tienen tal vez un %30 de mujeres, el resto son todos hombres”
Lara Marqueira
¿Cuál es ese prejuicio al que se refiere Lara?
Ana — Creo que entre los jóvenes no existe tanto ese prejuicio. Siento que las autoras y los autores nos juntamos en espacios sin siquiera pensarlo tal vez. Pero, como estudiante de las letras y de la edición, uno ve quienes son más gobernantes de los géneros. Buscas Top ten de libros de terror y seguro que los diez que te salen son hombres. Y no es que no haya mujeres, pero capaz no tienen la visibilidad que tiene autores como, por ejemplo, Stephen King. Que tal vez no leíste un libro suyo, pero sabés quién es y lo que hace. Por eso tratamos de darle a las autoras ese espacio donde se puedan sentir un poco mas cómodas.
¿Cómodas en qué sentido?
Ana — Para trabajar. Porque trabajar, por ejemplo, un libro de violencia de género con un equipo que es todo de mujeres por ahí te sentís un poco más cómoda. Una autora nos contó que ella en Brasil había solicitado que todo su equipo de edición fuera de mujeres. Cuando nos conoció, confió en nosotras por eso. Tenía un poemario que hablaba mucho sobre el amor y como se sentía la mujer, las hijas, las abuelas. No es que todas las autoras tengan el mismo requisito, pero tal vez hay una cierta conexión que podemos tener.
“(…)trabajar, por ejemplo, un libro de violencia de género con un equipo que es todo de mujeres por ahí te sentís un poco más cómoda“
Ana Castelarin
Lara Maqueira trabaja hace años en un proyecto en redes sociales llamado “Red de Escritoras Argentinas”. Fue pensado como un espacio para difundir la literatura y la escritura de las mujeres y se convirtió en una fuente de apoyo a las autoras jóvenes e independientes. ”Hay autoras que están trabajando con Miríficas que salieron de la Red. Creo que es un puente que lleva a las autoras más allá de lo que uno puede hacer en la Red que es mostrarse por primera vez. Para las que quieren ir un poco mas allá y transformar eso que están haciendo en un libro”, Explica Lara.
Ana me dice que todo es muy improvisado pero ediciones Miríficas tiene libros publicados, distribuyen los libros de autoras, trabajan con escritoras de otros países y sacan obras bilingües. Esto no puede ser solo suerte ¿Cómo explican que les esté yendo tan bien?
Ana— No es que no estamos haciendo nada en todo el día y nos caen las cosas del cielo. Estamos moviéndonos como no te das idea. Yo estudio letras y edición, quiero moverme en ese mundo porque soy fan y me encanta. Lara tiene mucha relación con escritoras y no sabés la capacidad que tiene para movilizar gente. Ella tiene ideas todo el tiempo y yo me encargo de estructurar un poco más todo.
Me parecía que siempre se movieron.
Ana — Mirá, no existía la editorial y ya teníamos dos autoras. No las editamos (a Camila silva y Cecilia Curbelo) pero confiaron en nosotras para la distribución de sus libros. Eso nos re ayudó a que confíen en la editorial. Porque, tal vez, alguien ve que es una editorial que recién arranca y una por ahí no manda su manuscrito. Después llegó Daniela Espíndola desde Brasil. Con estas tres autoras se abrió un poco la puerta para que quieran publicar con Miríficas.
Libros distribuidos y editados por Miríficas
¿Cómo es el trabajo editorial de Miríficas y qué lo diferencia de otras editoriales grandes?
Lara— Las editoriales grandes, que copan el mercado, hacen una selección sumamente rigurosa. No es que nosotras no lo hagamos. Pero tardan meses en contestarte y, para ser seleccionada, tenés que tener muchísima suerte o ya tener cierto camino y cierto alcance. Algo que les garantice a ellos que vas a vender.
Ana— Nosotras vendemos nuestros servicios editoriales y las autoras deciden. La idea es que sea súper accesible y que tengamos una conexión muy directa con las autoras. Tener reuniones las veces que sea necesario para hablar de su manuscrito. Nos hacemos el tiempo y le damos ese lugar, corregir lo que haya que corregir. Lo hacemos porque queremos que el proyecto salga bien y que la autora esté satisfecha. Tambien nos gustaría en el futuro convocar nosotras a las autoras como hacen las grandes editoriales.
Este proyecto es artístico pero no hay que olvidarse que también es un negocio ¿Les dio miedo el tema económico teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el país?
Lara — Yo estoy un poco desquiciada, entonces, no me da miedo nada (risas). Lo que menos pensé era en si la gente tenía plata o no tenía plata. Tal vez Ani, que es una persona más razonable, lo pensó. Yo dije: “Hagamos una editorial, después vemos”. Nunca pensé que íbamos a hacer tanto en tan poco tiempo. Nunca pienso en lo económico.
¿Ana es la encargada de pensar en eso entonces?
Ana — Trato, trato (risas). Lara siempre trae buenas ideas y yo soy la que tiene que decir “Esto sí y esto no”. La Feria del Libro es uno de nuestros proyectos impulsivos. Nosotras nos enteramos la cantidad de dinero del que disponemos hace tres días. Nunca lo vimos antes y ahora tenemos que juntar una cantidad exorbitante para poder ser parte de la Feria del libro de Buenos Aires de este año. Hoy mi mamá me preguntó como íbamos a hacer con lo de la Feria del libro y le dije que no sabía (risas). Pero lo vamos a hacer.
¿Están usando algún sistema de donación para alcanzar ese monto?
Ana — Si te digo la cantidad de plata que necesitamos vas a pensar que estamos re locas y cortás la entrevista acá (risas). Y eso es solo para tener un pedacito en la feria. Tema muebles y organización ya corre por nuestra cuenta. No nos preguntes cómo, pero lo vamos a juntar.
Lara — En realidad es más caro, a nosotras nos hacen un descuento gracias a que yo formo parte de la Sociedad Argentina de Escritores, que está asociada a la fundación El libro.
En las redes de Ediciones Miríficas, El equipo está haciendo distintas colectas para alcanzar el objetivo de llegar a la feria. Para esto tienen un sistema de crowdfunding a través de la aplicación de Cafecitos, y también la clásica rifas con premios de la editorial.
Tengo que hacerles la pregunta machista que tal vez han visto en redes cuando hay convocatorias exclusivas para mujeres: ¿No es discriminatorio que no acepten manuscritos de hombres también?
Lara — Nunca llegó la pregunta, pero es obvio que es algo que socialmente los hombres deben pensar. Estoy segura que nos van a preguntar eso en algún momento porque es algo que pasa en la Red (Red de Escritoras Argentinas). Ese es un espacio solo de mujeres e igual se quieren meter a toda costa. Si los hombres quieren publicar sus libros, tienen muchísimos lugares para hacerlo. Hay muchas editoriales mixtas y casi ninguna exclusiva para mujeres.
Ana — Si me llega esa pregunta, yo les explicaría como es el funcionamiento de Miríficas y porque es solo para mujeres. Y no tendría ningún problema en recomendarles otras editoriales que estén buscando autores. Acá no odiamos a nadie. Hay editoriales que son exclusivas de novelas románticas, de deportes, etc. Nuestra editorial es así y antes de mandar tu manuscrito tenés que fijarte como es la editorial. No vas a mandar tu novela romántica a una editorial exclusiva de terror, por ejemplo. No tiene que ver con tu capacidad como escritor sino con lo que se dedica a publicar la editorial.
“Si los hombres quieren publicar sus libros tienen muchísimas editoriales para hacerlo. Hay muchas editoriales mixtas y casi ninguna exclusiva para mujeres”
Lara Maqueira.
Estamos recién empezando el 2022 ¿Cuál es el objetivo de la editorial este año y cuál es el sueño a futuro?
Ana — El sueño un poco ya lo estamos cumpliendo. Ahora el sueño es llegar a la feria sin quedarnos pobres en el camino. Aunque tampoco nos interesa eso. también queremos sacar la antología que estamos armando. Una libro que vamos a hacer una vez al año con veinte mujeres poetas para ayudar a la fundación de Alika, una sobreviviente de la trata de personas. El %70 de las ventas de la antología se dona enteramente a esta fundación que ayuda a mujeres en situación de violencia. La idea es ayudar desde nuestro lado. Queremos que ese proyecto se divulgue mucho. El sueño a futuro, creo, es poder entregar libros de forma internacional. Que me pidan un libro de España y les pueda decir “Sí, acá esta”.
“El %70 de las ventas de la antología se dona enteramente a su fundación que ayuda a mujeres en situación de violencia”
Ana Castelarin.
Lara — La feria, vamos a decir que es una meta y no un sueño. Vamos a estar aunque tengamos que usar cajones de manzana de librero. Pero hay muchas editoriales que no pueden llegar a la feria, por lo que aprovechamos el espacio para invitar a todas las autoras que quieran que sus libros estén en la feria. Les proponemos un acuerdo para que estén en nuestro stan. La idea es que lo llenemos con la mayor cantidad mujeres. Escritoras que han publicado con editoriales independientes o que han auto publicado y se les hace imposible estar de otra forma.
